José Luis Valenzuela no tiene dudas al ubicar a Tucumán a la cabeza de la producción teatral en el interior del país, con amplia distancia de otras provincias. Ese liderazgo es conclusión "de una excepcional e irreproducible confluencia de circunstancias teatrales y extrateatrales y de singulares 'agentes' que, en determinados momentos, supieron abrirse paso en una red institucional inicialmente desfavorable, para reconfigurarla a la medida de sus proyectos", según escribió en Hacia un teatro situado, escenas en el noroeste argentino II.
El libro fue presentado en el marco de la Fiesta Provincial del Teatro, que está promediando con una excelente respuesta del público. En diálogo con LA GACETA, Valenzuela (de larga trayectoria y asiduo visitante en la región), elogió al llamado "campo teatral tucumano", y al trabajo intelectual y artístico que lo compone.
- ¿Dónde ubica a Tucumán en el entorno del teatro nacional?
- Es la vanguardia en la región y en el país, con un peso muy notorio. Le veo virtudes de todo nivel, que se visibiliza en sus productos y en la autoconciencia escrita sobre lo hecho. Sus creadores han logrado una autonomía tal que entre ellos no se influyen, desde las propuestas más tradicionales hasta la experimentación y la transgresión no mercantil, con la fuerza y autenticidad de Manojo de Calles, por ejemplo.
- ¿Cuál es la escena en el resto de las principales ciudades, sacando Buenos Aires?
- Rosario tiene aún que definirse si quiere seguir siendo o no un barrio de Buenos Aires. En Mendoza, la Universidad de Cuyo tomó la impronta de la gestión teatral, con una licenciatura específica al respecto; y Córdoba está muy influida por el Festival del Mercosur, con mecanismos de producción a la europea, salvo algunas experiencias como La Cochera y su referente, Paco Giménez. Tandil tiene un alto nivel en investigación y docencia.
- ¿Cuánto incidió la Escuela de Teatro de la UNT?
- Le permitió reconstruir un campo teatral que ya había sido diseñado en los 60, con el Consejo Provincial de Cultura, pero cortado por la dictadura. Me remito al libro que escribió Mauricio Tossi (Poéticas y formaciones teatrales en el Noroeste argentino. Tucumán 1954-1976).
En los 80 renace con fuerza, con la Escuela y con Juan Tríbulo, Rafael Nofal y los otros promotores de ese espacio que desarrollaron la buena política de actualizar las técnicas e incluir distintas corrientes y estilos. Lo mismo, mi relación con la universidad es toco y me voy, porque me resulta asfixiante el peso de la institución. - ¿Qué se propuso con su nuevo libro?- El objetivo de este trabajo no es cambiar el panorama teatral, sino realizar el balance de la actividad y la identificación de tendencias y de debilidades crónicas para tomar conciencia de lo que se está haciendo y realizar una planificación rigurosa a futuro, desde los ámbitos donde sí se pueden definir políticas. La idea es tener una incidencia mediata, que sea la base para la discusión entre quienes deciden, no traer una respuesta desde afuera.
- ¿Va a tener continuidad esta propuesta, que incluye la crítica de los espectáculos?
- Más que críticas, apunto a la construcción teórica, con devoluciones y desmontajes de las obras; intento hacer justicia con el trabajo de los colegas en un intercambio horizontal. Todo cerrará en un tercer volumen el año próximo, para completar el panorama de un registro que comenzó en 2008, con Rodolfo Pacheco como gestor.
El público responde a las propuestas en competencia
La importante asistencia a la 29 Fiesta Provincial del Teatro dejó público en las calles por salas llenas, con lo que el certamen se transformó en un encuentro cultural. Ni siquiera las negativas condiciones climáticas conspiraron contra la convocatoria organizada por el Instituto Nacional de Teatro.
Para hoy están previstos dos espectáculos en el rubro competencia y otro en adhesión. En el teatro Alberdi, Jujuy y Crisóstomo Alvarez, a las 21, subirá a escena "6 (seis)", con dramaturgia y dirección de Verónica Pérez Luna, y la actuación de Iván Santos Vega, Cecilia Rosales, Sandra Pérez Luna, Guillermo Katz, Pedro Javier Lazarte y Tita Montolfo. La historia reúne a seis actores en un teatro abandonado, convocados para realizar un casting. Ante la presencia en la platea de público, sueltan su deseo de actuar, lo que los lleva a momentos íntimos en los que convergen lo familiar y lo siniestro.
A las 22,30, la cita en La Sodería, Juan Posse 1146, donde se pondrá en escena "Manifiesto. Por amor a los hombres", unipersonal de Facundo Vega Ancheta, con dirección general de Patricia García. Con el eje de un relato autobiográfico, se aborda la condición gay en una alegoría sobre la libertad. En el espectáculo se desnuda el mundo interior del protagonista, sus miedos y deseos, que se expresan a partir de un cuerpo en su dimensión narrativa, performática y representativa. Lorenzo Verdasco, Luis Cernuda, Federico García Lorca, Jean Genet y Pedro Almodovar entre otros, acuden como imágenes y referentes.
En adhesión se pondrá "Lombrices", de Pablo Albarello, con las actuaciones de Pablo Latapié y Gonzalo Veliz (personifican a Martirio y Consuelo, recluidas en un edificio de departamentos sin contacto con el exterior y presas de sus delirios) y dirección de Juan Pablo Farall. La obra se montará en la sala Luis Franco del Círculo de la Prensa, Mendoza 240, a las 22.